“Yo soñé con ser médico, las veces que fui discriminado me cuestioné un
montón de cosas sobre lo que estaba haciendo, me sentía ofuscado, perdido, pero
las cosas pasan y vas tomando nuevas herramientas para poder seguir el camino.
Muchas veces la limitación es uno mismo, en sentido a los prejuicios que tienes
de ti mismo”, nos cuenta.
A pesar de su discapacidad, José
tiene una gran funcionalidad, lo operaron 15 veces en los codos y en los pies y
debió someterse al Centro de Rehabilitación para su recuperación.
Hoy confiesa que el Centro
Teletón, que es un centro de rehabilitación para personas con discapacidades
motrices, “fue su casa” y modificó mucho, el hecho que niños con diversas
patologías puedan acceder a rehabilitación temprana y así mejorar su calidad de
vida.
“La vida el discapacitado no es un piano y un violín, no es una
situación constante la tristeza. Capaz que hay episodios de rabietas de enojo
de tristeza, pero no es lo que pasa en la vida continúa, logré el cometido
y lo estoy logrando pero no miro para atrás y pienso en todas las adversidades
ni nada, sino hubiera sido acá habría sido en otro lado pero habría seguido”.
Es impresionante ver como personas que tienen limitantes reales, las pueden
vencer y avanzar mucho más que personas que no tienen ningún problema, por
lo que esto nos deja claro que las limitantes y las verdaderas fuerzas están en
el interior de cada uno.